sábado, 15 de noviembre de 2008

A 5 años de Frijolero

La banda mexicana Molotov empezó haciéndole honor a su nombre: improvisados, caseros y subversivos. Según su site oficial, la banda inicia Septiembre 23, 1995 con Micky Huidobro, Tito Fuentes, Javier Jay de la Cueva y un tipo anónimo conocido como “La Quesadillera”. A finales de ese año, La Quesadillera abandona la banda y lo sustituye Randy Ebright, el Gringo Loco, al igual que en febrero de 1996, Jay de la Cueva abandona el grupo y entra en su lugar Francisco Paco Ayala, alcanzando de esta manera su alineación actual.

Fenómeno del mercado underground y pioneros del Indy mexicano, al momento que Molotov fue firmado por Universal Music, estos ya contaban con un amplio número de seguidores que compraban sus materiales de sello libre. En julio del 97 aparece su primer CD: ¿Dónde jugarán las niñas? (parodia del disco de Maná ¿Dónde jugarán los niños?), causando una gran controversia debido al rechazo de las distribuidoras, escandalizadas por la letra de sus canciones. Molotov sale a la calle a vender sus discos, protestando así contra la censura que estaban recibiendo. Este suceso, documentado por diversos medios, fue un hecho sin precedentes en México; en un día la banda y los trabajadores de la disquera lograron vender más de 5,000 copias.

De este tipo de anécdotas estará llena su biografía, pero sin entrar de lleno a su prolongada discografía. Centro mi atención en el tema que en 2003, pondría nuevamente a Molotov en los reflectores no solo de la escena musical mexicana, sino en la compulsiva agenda mediática que enfrentaba la polémica construcción del muro fronterizo México –USA.
Frijolero, alcanzó rápidamente no sólo el primer lugar de la radio sino en las televisoras a través de su original y propositivo videoclip. Con una poderosa vigencia discursiva, el tema refleja la ya cultural relación amor-odio entre los vecinos del norte y los migrantes wetbacks o espaldas mojadas. A 5 años de su lanzamiento, y sin otro referente similar en fondo y forma (acaso El ratón vaquero de Cri-Cri), este sigue siendo, realmente una joya; confírmenlo.